El titán narra el resurgir del financiero Frank A. Cowperwood en la ciudad de Chicago, la cual vive a finales del siglo XIX un crecimiento inexorable gracias a los grandes descubrimientos en el campo de la industria y de la tecnología. En ella Cowperwood desea borrar un pasado donde la palabra fracaso no tiene cabida, sino tan sólo la superación y el deseo más vivo si cabe de triunfar en el mundo de los negocios. En pugna con las convenciones de una sociedad cerrada, elitista y conservadora, se traslada allí con su nueva mujer, Aileen, a la espera de encontrar el reconocimiento que inmerecidamente se le ha negado. Pero el Oeste americano no es muy diferente del Este de donde él procede, y aunque es tierra de pioneros, le esperan los mismos obstáculos: la alta sociedad aferrada a sus conquistas, el juego sucio de los políticos que gobiernan la ciudad, la todopoderosa prensa y la hipocresía que rige las relaciones humanas. Pero Cowperwood tiene algo muy claro y no lo va a dejar escapar: que el negocio de los transportes es el futuro, y que ese futuro es sólo para los que arriesgan. El titán es la segunda novela que compone la "Trilogía del deseo", junto con El financiero y El estoico.
El hiperboloide del ingeniero Garin es una de las obras más reconocidas de la ciencia ficción rusa, y su autor, Alexéi Tolstói, uno de sus máximos representantes. En ella se relata el perverso plan de P. P. Garin, un ingeniero que ambiciona dominar el mundo gracias a uno de sus inventos, un rayo superdestructor capaz de aniquilar cualquier objetivo que se proponga: el «hiperboloide». En las aspiraciones por poner bajo su control los cinco continentes, Tolstoi refleja el temido triunfo del fascismo y anticipa el choque del capitalismo y el comunismo, así como la crisis que vivirá Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Y para ello pone en juego, junto al histriónico Garin, a unos personajes que rozan lo caricaturesco y, a menudo, lo absurdo: la atractiva Zoia Monroz; Rolling, un magnate americano de la industria química, y un inspector soviético llamado Shelgá. Ambientada en los años posteriores a la Gran Guerra, esta obra ofrece una lectura donde el género policiaco y la ciencia ficción se entremezclan con grandes dosis de humor y de ironía.
Las once mil vergas narra la historia de Mony Vibescu, un hospodar rumano que se embarca con destino a París a la búsqueda de aventuras, donde conoce a Culculine d’Ancône, una prostituta con la que se verá inmerso en numerosas y truculentas aventuras sexuales a partir de ese momento. Tras su regreso a Bucarest, el protagonista es invitado a participar en la Guerra rusojaponesa en calidad de teniente ruso, lo cual acepta motivado por las “perversiones” que una guerra es capaz de proporcionar y encubrir. Efectivamente, el escenario resulta perfecto para que entre el caos y la violencia de un conflicto se desarrollen las escenas más depravadas.
Publicado en 1907, Apollinaire sacó a la luz su obra bajo el anonimato y pronto esta se difundió por todo París.Por su temática erótica, el libro ha sido inevitablemente comparado con la obra del marqués de Sade, si bien la de Apollinaire exhibe una mayor violencia y brutalidad. Autores como Braque, Aragon, Picasso o Bretón reivindicaron su narrativa como un exponente del movimiento surrealista, que ellos defendían.
aventuras fuera bien recibida por los lectores. Cuenta el viaje de Arthur Gordon Pym, salpicado de peripecias, a bordo del ballenero Grampus por los mares del Sur. La novela, que comienza como una aventura marinera bastante convencional, va dejando paso, poco a poco, a lo fantástico, lo escabroso, constituyéndose así en la más extraordinaria de sus historias. El autor, en la línea de lo que fueron muchos de sus más famosos relatos cortos, convierte la primera mitad de la narración en un rosario de episodios macabros y morbosos, para, en una segunda parte, transformarla en una novela de viajes y exploraciones. A pesar de que esta obra ha recibido una valoración literaria muy diversa, ejerció más influencia de la que cabría esperar, por ejemplo en el Moby Dick de Herman Melville o en algunas obras de Julio Verne, Charles Baudelaire o H. P. Lovecraft, y es motivo de interés creciente para una nueva generación de lectores, que ve en ella el ambiente de aventura y misterio característico de los relatos breves de Poe, fruto del espíritu visionario, atormentado y fantástico de este autor.
Un cuarto propio, escrito hace casi un siglo, sigue llegando al corazón de las mujeres de hoy. ¿Por qué? La respuesta fácil es que su protesta contra la forma en que la sociedad patriarcal y sus instituciones buscan incapacitar a las mujeres es aún, tristemente, actual. Pero quizá su poder no está tanto en el argumento de que es imposible para una mujer concentrar sus energías en la vida intelectual si carece de las posibilidades materiales para hacerlo, si tiene hambre, la interrumpen, tiene que hacer la comida o cuidar de los niños; ni siquiera en el más desvergonzado de pedir esas comodidades por puro placer. Quizá su poder no está en exponer estos argumentos, sino en que lo hace como nos insta a hacerlo a lo largo del libro: escribiendo, o más bien hablando, como una mujer, con una ausencia absoluta de vanidad académica y política. Un cuarto propio es un libro escrito por una brillante artesana de las palabras, irónico, lleno de imaginación y humor. Es alta literatura preñada de argumentos poderosos e ideas radicales. Por eso, casi cien años más tarde, aún lo consideramos clave para contribuir al debate actual del feminismo, y por eso sigue apareciendo en las bibliografías de los estudios de género.
Orwell adelantó en esta novela de ficción distópica de 1949 muchos elementos de la sociedad actual: la dependencia tecnológica, la desinformación y manipulación de los hechos, el control de nuestros datos y de nuestra vida de un Estado vigilante, cámaras por todas partes, las redes sociales y el fomento del odio... todo esto está escrito en esta novela. Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos, 1984 es una de las novelas más inquietantes y atractivas del siglo XX.