Mario quiere encontrar un amigo que siempre desee su compañía, y un día conoce a Sam. Los dos se vuelven inseparables, leen y juegan todo el tiempo y también han comenzado a dibujar un cómic. Todo va muy bien, hasta que Sam conoce a Sammi... una niña real, como él. Mario está muy triste, pues sabe que pronto desaparecerá... pero, ¿quién sabe? Tal vez esta vez las cosas sean distintas.