Verdadera enciclopedia de la estupidez humana y retrato sangrante y bilioso de la burguesía en estado puro, Bouvard y Pécuchet inaugura de algún modo la literatura del siglo XX.
La más entretenida e hilarante farsa filosófica de la historia, novela póstuma (1881) y quijotesco testamento de Gustave Flaubert, nos cuenta las andanzas de Bouvard y Pécuchet, dos almas gemelas reunidas por el azar. Una herencia y el sueño de un retiro contemplativo donde cultivar la sabiduría harán que se abismen en todas las áreas del conocimiento humano #de la jardinería al teatro, de la medicina a la religión#, para encontrar en todas ellas solo escepticismo y desazón.
Firma la espléndida introducción Jordi Llovet, sutil conocedor de todo lo que rodea al ermitaño de Croisset, y también reúne aquí, dándole a su edición un carácter único, los materiales que preparó el propio Flaubert para la segunda parte (inacabada) de la novela: el «Estupidiario», el «Diccionario de ideas corrientes» o la imposible colección de citas, entre otros textos.
«¡Pensándolo bien, es una buena idea! ¡Dios mío, pues sí! ¿Por qué no?»
Raymond Queneau dijo...
«Bouvard y Pécuchet es una odisea. La literatura profana, es decir, la verdadera, empieza con Homero, y cualquier gran obra es una Ilíada o una Odisea [...] Satiricón, laDivina Comedia,Pantagruel, elQuijote y, cómo no, elUlises (donde se reconoce la influencia directa deBouvard y Pécuchet) son odiseas, esto es, relatos de tiempo cerrado. Lasilíadas, por el contrario, van en busca del tiempo perdido: ante Troya, en una isla desierta o en casa de losGuermantes.»
Gustave Flaubert nació en Ruán en 1821. En 1844 abandonó sus estudios de Derecho por razones de salud, lo que le permitió dedicarse exclusivamente a la literatura. Así, en 1846, se retiró en Croisset, un pequeño y tranquilo pueblo normando, donde escribió la mayoría de sus obras. Su primera novela publicada, Madame Bovary, apareció por entregas en la Revue de Paris en 1856, y fue objeto de un juicio por escándalo público, lo que le garantizó el éxito inmediato. Luego vinieron otras obras maestras como Salambó (1862), La educación sentimental (1869), La tentación de san Antonio (1874) y Tres cuentos (1877). En 1880, mientras trabajaba en la inconclusa Bouvard y Pécuchet, publicada póstumamente en 1881, murió en Croisset a la edad de cincuenta y nueve años. Además de narrador, Flaubert también fue autor de numerosas obras teatrales, así como de una voluminosa correspondencia.